miércoles, 13 de julio de 2011

LONDON: DAY 8 (aaaaaaaa)

Bueno, por fin el día que había estado esperando todo el fin de semana: la prueba de fuego en el segundo bar trial en el bar molón (Westminster Bank Bar and Restaurant, que por lo visto tenía la segunda barra más larga del mundo –hasta hace poco la primera-). Me levanto, duchita, y a darme un paseo por la mañana. Tocó Trafalgar Square y National Gallery, a la que me llama Antonio (compañero de filología en Granada, también está currando aquí en Londres) y quedamos para darnos un paseo por St. James Park y acercarnos a Buckingham Palace (justo a la hora del cambio de guardia, ni gente que había allí). Paseamos por Green Park, nos ponemos al día, volvemos a Picadilly, un abrazo y un buena suerte, y a prepararme.

Llego al hostal, descanso mi media horita de rigor, y con bastante tiempo, me preparo: camisa negra, pantalones negros, zapatos negros. La camisa la compré en Regent Street para el anterior trial, y cuando me la pongo, salta uno de los botones más cercanos al cuello. Nice-fuckin-one. Tenía tiempo (ahora menos) así que tocó acercarse a Regent Street y pillarse otra, ponérsela allí y tirar para el garito. Llego a las 14.20 (en la Moleskin tenía apuntado que era a las 14.30), pregunto por Kevin (bar manager), hablo con uno de los bartenders y me comenta que no me esperaban hasta las 4.30. Llega Kevin, y lo confirma. Al menos siempre es mejor llegar 2 horas antes que dos horas después.

Con dos horas que quemar, me acerco a un pub al cruzar la esquina, fish&chips+pinta+internet para quemar algo más de una hora, y paseíto por St. James Park mientras escuchaba música y leía el periódico lo que quedaba de rato. Cuando estoy de vuelta, 16.25, todo bien. Un manager que no conocía me enseña todo, muchas risas, que si español por aquí y español por allá, me hace unas cuantas preguntas, se las respondo todas bien, el tipo ve que controlo, todo genial. Me siguen explicando cómo funciona todo, me quedo con la copla de (casi) todo y cada 10 minutos me dicen que me relaje, que tenía el pulso hecho polvo (como si no lo supiera).

Empiezan a llegar algunos clientes (fue una tarde bastante flojita la verdad) y ahí que me pongo a hacer lo que tocase, me lo hubieran explicado o no, bajo la supervisión de los compañeros y de vez en cuando del Kevin este. Era majete, pero siempre le sacaba la puntilla a todo (aquí esto se hace así, de esta manera es mejor porque tal, que si cual). Los compañeros, en cambio, eran geniales: siempre se aseguraban de que sabía lo que iba a hacer, pero de manera muchísimo más relajada. En fin, hice un poco de todo, y mucho de nada (tampoco había clientes como para los 4 bartenders que estábamos detrás de la barra).

A las 2h30m de empezar el trial (coincidía el final de la happy hour, de 5 a 7), Kevin me dijo que era suficiente, que no iba a haber demasiado que hacer hasta el cierre, y que como trial ya había visto lo que tenía que ver. Nos salimos a dar una vuelta mientras él fumaba, que sí tenían a un par de tipos más, que si yo tenía alguna entrevista más, que bueno, si empezaba ahora para cuándo llegara el momento de que hubiera más clientes (es una zona de oficinas, con lo cual en verano están más relajados) estaría completamente entrenado, turnos aquí, turnos allá, paga básica más service, en fin, lo típico. No hubo contacto visual mientras me explicaba el asunto, y me dijo que a finales de semana me comunicaría si sí o si no. No me quedé demasiado convencido, y es una pena, porque con los compañeros sí que hacía un buen equipo, y es un garito en el que podría verme trabajando durante bastante tiempo. Tocará esperar a final de semana, pero más del 20% no le doy, más que nada porque la decisión la tomará el Kevin este y no le vi demasiado contento.

Eran las 7, y ahí no se acababa el martes (por qué todas las cosas se juntan en un día?). Horas antes del trial me llamó Andrés (compañero de filología y Erasmus) para cenar con Victoria (compañera de filología y máster). Llego al hostal, duchita rápida, y para Covent Garden. 1 hora tardé en el trayecto St. James Park – Picadilly (parada en boxes) – Covent Garden. Y eso que está todo relativamente cerca. En fin. Tardan ellos un poco más, ya nos juntamos, que bueno verte, qué tal la vida, etc. Paseíto por Covent Garden (era tarde, así que las tiendas estaban ya cerradas), nos paramos a ver el espectáculo de un actor/payaso/comediante/circense (en un momento dado, dice que su actuación, él la valora en 20 libras por persona, juas juas) y al rato decidimos irnos a cenar.

La cena fue en el tipiquísimo restaurante italiano (Carluccio’s) cerca del sitio bonito, luces bajas, ambiente relajado. Vamos, el sitio para llevarte a tu cita y no tener que irte de copas después. La comida estaba bastante bien, y no era para nada caro (como todos los italianos un poco overpriced, y más en Londres, pero vamos, entraba dentro de los límites). Ah, no sólo estábamos los 3 filólogos, también la madre de Victoria (que incluso había vivido en Londres en su nada lejana juventud) y el siempre presente iPod de Andrés.

Para acabar la noche, cerveza en un pub inglés (y primera Guiness en mi cuenta personal) en el que nos advirtieron que cerraban en 10 minutos, y a los 10 minutos empezaron a apretarnos para que liquidáramos el alcohol que tenían que cerrar y tal. Malditos ingleses y su obsesión por los horarios. Nos despedimos, y cada mochuelo a su olivo. Las chicas a disfrutar de lo que le quedaba en UK, Andrés que cogía un vuelo al día siguiente, y yo que tenía que levantarme temprano para hacer el check-out, soltar la maleta en la luggage room, matar 3 horas, y volver para meterme en la habitación nueva. Ah, y a un minuto del hostal, me encuentro con dos excompañeras de trabajo de Century que estaban de fiesta. Comentamos la jugada que me hizo la manager, y me dicen que el garito está en horas bajas, y que por eso tampoco estaba la otra demasiado receptiva (¬¬). Al final, antes de irme, los he visto a todos a este ritmo.

En cuanto a trabajo, a lo largo del día recibí un par de llamadas de sitios a los que había mandado CVs. La primera fue de “The Duke of Sussex” (Chiswick, suroeste, zona 3, pub tradicional con comida española en el menú - http://www.beerintheevening.com/pubs/s/22/2275/Duke/Chiswick -) en el que me comentaban si podía acercarme a una entrevista el mismo martes. Les comento que tengo un bar trial, y que si pudiera ser al día siguiente. El miércoles el manager no trabajaba, así que lo aplazamos para el jueves, a cualquier hora de 10-18.La segunda llamada, me dijo el manager que era de Notting Hill nosequé (http://www.nottinghillbrasserie.com/) , que había leído en mi CV que mi objetivo era “to develop a bartending career” y que si eso incluía un amplio conocimiento de cocteles. Le dije que era su hombre, y me citaron para un bar trial el jueves (por qué no el maldito miércoles?!) a las 18.00 (camisa blanca y corbata negra, que tendré que comprar en algún lado más pronto que tarde).

En resumen: una oportunidad malgastada, una cena divertida, un par de oportunidades más por las que quedarme más días. Y eso que creía que mi último cartucho sería la prueba de hoy. He pillado habitación hasta el lunes, así que depende de cómo se desarrolle esta semana, ahí tomaré la decisión de cuánto más tiempo pelear por Londres antes de volverme a España.

1 comentario:

  1. Animo Djinn, 2 intentos mas, yo creo q lo acabaras consiguiendo.
    La verdad esq debe ser duro hacer un trial, que te digan q lo has hecho bien y q te digan q ya te llamaran.
    Por si puedo aportarte algo, pasate x los bares en los que has hecho el trial a tomar algo y preguntale a algun empleado con el que tuviste contacto que opina el jefe de ti. Asi puedes conseguir 3 cosas: saber si pudiste hacer algo mejor en el de q no lo hubieses hecho, q al jefe le parezca q al empleado le molaria q estubieses en el bar (por lo q he leido eso parece tb) y que el jefe se acuerde de q existes.
    Venga tio ya iras subiendo las entradas diarias a mi me estan gustando bastante ;)

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