Bueno, pues llego la primera prueba de fuego. Tenía que dar el callo en el bar trial que tenía más tarde, así que tocaba dormir como un lirón hasta las diez (check-out), pegarme un buen desayuno, descansar algo y pegarme una ducha, y para el curro. Todo bien, menos la parte del desayuno, que se me antojó un English Breakfast en un pub inglés y todos los de la zona estaban cerrados/no tenían comida tan temprano. Sin quererlo ni beberlo, acabé en Camden Town, cerca del Camden Market tomándome el maldito Full English Breakfast en un pub (con wifi!).
Tras darme una vuelta por el Camden Market y recordar viejas épocas, volví al centro, hice un poco de tiempo y me metí a la nueva habitación. Como predije, las camas son mucho más incómodas, malditas literas. Y en la mía debe de haber dormido Ronaldo (el gordito) porque se hunde por el centro cosa mala. Siestecita de media hora, me arreglo para el trabajo (skinny blue jeans, black shirt, lo que me dijeron en el mail) y tras comer algo, tiró dirección a Canary Wharf. Es una zona en la que nunca había estado, aunque sabía que era el centro neurálgico en cuanto a negocios en Londres. La estación de metro inmensa, y nada más salir rascacielos por doquier. Todo el mundo enchaquetado. No es el Londres al que estoy acostumbrado, pero tampoco me costaría demasiado (supongo). Encuentro el sitio bastante fácil, y estaba en una plaza enorme, rodeada de rascacielos, con su jardín y demás. El bar por dentro era enorme, pero es que encima tenía una terraza con dos zonas que también eran enormes. Entro, pregunto por Chris, que si bar trial y demás. Tras soltar la mochila, me coloca con la Bar Manager junto a otra chica, que también estaba haciendo la prueba, y nos explican cómo funciona el bar y dónde está cada cosa. A los 10 minutos, ya estaba poniendo pintas como un loco y, desde mi punto de vista, desenvolviéndome bastante bien. Una cosa que me sorprendió (y no me gustó) es que hasta para los vasos de vino había que usar medidores. Vamos, no me gustó ni a mí ni a mi pulso, pero no hubo ninguna desgracia a lamentar. Al poco rato (15 mins o así) llegan otros dos nuevos (wtf) que tenían aún menos idea que yo. Yo mientras, seguía a lo mío, preguntando lo que no tenía claro, poniendo las bebidas que me pedían, sonrisa aquí, sonrisa allá. La verdad es que de manera bastante eficiente, todo sea dicho.
No llevaba móvil, así que no tenía noción del tiempo que estaba pasando. A la hora, la bar manager le dice a un compañero que está hasta arriba de trabajo porque hay 6 personas haciendo el trial (WTF) y que todo es un poco caótico. Pasada media hora, el manager que me recibió al principio me dice que salga, y que ayude a montar el bar de la terraza porque iban a tener una fiesta en el jardín y demás. Vamos, que me hizo la llave para montar el puto bareto junto a los demás barbacks. Sin quejas, por supuesto, acepté lo que me decían y al final mi trabajo consistió en darme un par de vueltas para llevar un par de cajas de cerveza y poco más, todo lo demás lo hacían los indios que estaban allí, así que no me puedo quejar. Detrás de esa barra conocí a otro chico que estaba haciendo la prueba también (chavalillo de 20 años londinense, parecía medio competente) y una vez todo puesto en su sitio, solo tocaba esperar recibir nuevas órdenes.
Sobre las 6, abrimos esa barra y empezamos a servir a cascoporro cervezas, cubatas y algún que otro cocktail (que siempre se lo pedían al bartender que no estaba de pruebas, mira tú por dónde). La anécdota: al segundo grupo que atiendo, 4 mujeres en sus 40s que se pidieron cuatro cubatas, dejándome una propina de casi 3 libras (jojo). Una pena que cuando me dijeron que mi trial ya había acabado no dijese “ey guys, let’s share the tips”, estaban hasta arriba de trabajo y tampoco es plan de ser demasiado pesetero al principio. La gente era bastante educada, no tuve ningún problema y me lo estaba pasando bastante bien allí de un lado para otro a ritmo frenético.
Cuando ya llevaba 3h30m de trial (18.30), el manager general me dijo que saliera de la barra, que se disculpaba por no haber podido hablar más conmigo pero que los viernes están siempre hasta arriba de trabajo, que si que me había parecido el garito, como me había sentido y demás. Respuestas largas, que sí muy bien todo y que tal y cual. Me pidió teléfono/correo, y supongo que en un par de días me pegaran un toque si al final me cogen o me mandarán el típico correo (gg gl hf). En cuanto a posibilidades reales de que me cojan, diría 20-25%. Todo depende de cuanta gente tengan que contratar, porque la gente que yo vi haciendo el trial estaban todos más pegados que yo, aunque a los que no vi seguramente lo harían mejor. Todavía tengo el back-up del trial del martes, en el que ahí sí que tendré que darlo todo porque el garito parecía mucho más organizado y serio.
Exhausto, y con la satisfacción del deber bien hecho, volví al hostal para echarme un rato y relajarme antes de seguir con el jobhunting. Al llegar había una chica australiana (20 años, guapita pero not my cup of tea) con la que hablé un par de minutos, y al volver del servicio la enganché para tomarnos unas cervezas. La verdad es que no me costó demasiado, porque ella estaba ansiosa por salir del hostal. Estuvimos en The Ship (típico pub inglés del Soho) hablando un poco de la vida, con highlights como: “He estado en el emanem store (gesticula como un rapero) y me encantaría trabajar allí porque todo el mundo parecía muy contento, in the mood, muy cool todo” a lo que respondí “seguro que acabas rallado de escuchar eminem todos los malditos días” para encontrarme con… “no, no EMINEM, sino EM AN EM” (M&M LAS CHOCOLATINAS. LOL!). Que lo primero que visitara nada más llegar a Londres fuera una tienda de chocolatinas habla por sí solo. El resto de la conversación fue más normal, sin llegar al flirteo fue una conversación agradable.
Tras una paradita en boxes, (cuando vuelvo del servicio en la segunda pinta), obviamente la habían abordado un par de ingleses. Hola, hola, que tal, bien, bien, Londres, España, cerveza, amigo, Real Madrid, Londres, cerveza. Seguimos hablando con los colegas estos (estaba el ligón, y el wingman, que se dedicó a darme palique para dejar vía libre al compañero) y nos invitan a un chupitazo de Sambuca. Tras bebernos el chupito, sale el tema estrella de la tarde, lo que tomaba la chica australiana cuando salía de fiesta: wet pussies (?!?!). Y no, no era lesbiana, parece ser que son unos chupitos muy famosos allí (vodka, peach schnapps, cranberry juice, lime juice) y ya pues tuvimos coña para casi una hora. El inglés se volvía loco cada vez que la otra le soltaba algo sobre el tema, pero al final se quedó todo en unas risas. Tras la tercera pinta, cada mochuelo a su olivo, le pillo el móvil a uno de los ingleses y de vuelta para el hostal.
Todas las noches quedan a las 22.00 en la recepción del albergue para ir a discotecas de Londres, en plan mascachapas total, plan del que yo obviamente me raje. Estaba cansaete, y aunque intenté volver a salir para mandar algún CV más (el pub de la esquina estaba hasta arriba, si no hubiera parado allí directamente), acabé cenando noodles en mi restaurante favorito de China Town. Al llegar a la habitación, la otra compañera me dio palique y decidí quedarme para intentar dormir lo máximo posible y ya enfocar la cosa de otra manera al día siguiente. Chica brasileña, había estudiado lingüística (juasjuas) y echaba de menos a su madre y a su novio. Una pena que se fuera esta mañana a otro lado, parecía una chica majeta.
Tras una larga charla, good night, bonna noite, buenas noches y a intentar dormir. Lo malo: la puta habitación da a la calle donde está la entrada al hostal, con lo que solo pasan borrachos gritando y gente liándola. Ah, y que la cama es una mierda (esto ya lo he dicho, ¿no?). Resultado: dormir poco y mal, y cuando estás ya ahí llega la australiana de la fiesta, y al poco rato otros dos que acababan de llegar. Y otra vez vuelta a empezar: pelearse con la cama para intentar dormirse entre gritos, gente deambulando por la habitación y una cama en forma de V. Por cierto, a las 4 empieza a amanecer, y a las 5 ya es de día. Es muy divertido querer despertarte a las 8-9 y tener que aguantar 3-4 horas de luz destellante.
El plan de buscar trabajo parece que funciona, me llegan algunas llamadas, alguna entrevista y demás. Pero a este ritmo, o es pronto, o es nunca. No puede pasar tanto tiempo entre un evento relevante en cuanto a trabajo y el siguiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario